jueves, 30 de octubre de 2014

Va de mestres

Soy Andrea, tengo 19 años y estoy comenzando una nueva etapa como universitaria: una de mis opciones fue estudiar educación social, pero por diversos motivos, finalmente decidí que educación primaria era lo que verdaderamente quería hacer. Tuve muchas dudas, pero desde que pasé un verano trabajando de monitora de tiempo libre, me di cuenta de que esto era lo mio. Desde mi punto de vista, los niños son personitas débiles, vulnerables y frágiles; son personitas que te aportan muchísimo. Ese verano aprendí mucho de ellos, son generosos, buenos, y muy cariñosos; todo lo hacen sin ninguna maldad, pero a veces se topan con profesores o en mi caso, monitores que no son lo suficientemente “profesionales” y no los tratan con el debido respeto; debo decir que esto me impresionó bastante.

A mí no me gustaría ser “la profe de inglés”, a mi me gustaría ser más que eso. Cuando ejerza de profesora me gustaría ser un apoyo para mis alumnos, ser su guía. Me encantaría poder ayudarlos en todo lo que me sea posible, poder mostrarles que el aprendizaje no se adquiere sólo a través de libros de texto y enseñarles que también podemos aprender jugando. Intentaría conocerlos a cada uno de ellos, conocer sus intereses y despertarles interés en cosas que les puedan ser útil en un futuro. Quiero ser esa maestra que vuelven a visitar después de acabar sus estudios para ver qué tal le va en el colegio, o simplemente para saludar.

Hay varios aspectos que no debería olvidar, entre ellos está la acogida. Les enseñaría a aceptar las culturas de sus compañeros de clase, aceptar que todos somos iguales a pesar de nuestras diferencias; a respetarse entre ellos, a trabajar en grupo y a convivir en clase, porque esta será como nuestra segunda casa y debemos estar todos unidos como una gran familia.
También hay que recordar que no nos podríamos olvidar de los niños que requieran más apoyo, debemos ayudarlos en todo lo que necesiten; debemos motivar a todos nuestros alumnos, despertar sus intereses por el exterior, por la naturaleza y por todo lo que les rodea.
Cabe señalar que también tenemos que conseguir hacerlos reflexionar, intentar que el aprendizaje adquirido puedas serles útil en un futuro, es decir, que todo lo que aprendan puedan utilizarlo para resolver los problemas que puedan presentarse en su día a día.



Uno de los retos que me plantearé será dar mis clases bajo un punto de vista diferente, intentaré utilizar unos métodos nuevos, intentaré desviarme lo máximo posible de esa idea de estar sentados copiando o delante del libro de texto; intentaré que mis clases sean más amenas, clases donde todos y cada uno de mis alumnos puedan expresarse y reflexionar sobre lo que estemos aprendiendo, hacer que trabajen en grupo, que se hagan preguntas y se ayuden entre ellos. Este será mi principal reto, un reto que no será fácil de realizar, pero que intentaré llevarlo a cabo con todos los medios posibles.